martes, 20 de mayo de 2014

芸者 La dedicación a un arte (las geishas)


Un pellizco de la interesante vida de las delicadas, elegantes y discretas geishas. Una tradición que lucha por no desaparecer. 

Las geishas芸者se originaron como profesionales del entretenimiento y el ocio, y no era solo mujeres también y hasta en mayor parte eran hombres (hokan).
Al declinar el nivel artístico de las cortesanas, que se dedicaban exclusivamente al sexo, las geishas, hombres y mujeres, tuvieron mayor demanda. Los geisha masculinos comenzaron a desaparecer, y para 1800 las geishas femeninas (conocidas originalmente como onna geisha, literalmente geisha mujer) los superaron en número de tres a uno, y el término "geisha" comenzó a usarse para referirse a las mujeres con habilidades para el entretenimiento, como hoy en día.
Tradicionalmente, las geishas comenzaban su entrenamiento a una corta edad. y comenzaban su entrenamiento en varias artes tradicionales casi inmediatamente.
Sus comienzos trataban en ser inicialmente las asistentes de las más experimentadas, y luego como aprendices de geisha (maiko) durante su entrenamiento. Esta tradición de entrenamiento existe en otras disciplinas de Japón, el estudiante deja su hogar, comienza a hacer trabajos hogareños y asistir a su maestro, para eventualmente convertirse en uno.

Las geishas modernas aún viven en tradicionales casas de geisha llamadas okiya en áreas denominadas hanamachi (花街 "pueblos de flores"), generalmente durante su aprendizaje, pero muchas geishas experimentadas eligen vivir en sus propios apartamentos.
Las jóvenes con aspiraciones a geisha comienzan su entrenamiento después de completar los primeros años de secundaria o incluso en secundaria o estudios superiores, empezando su carrera en la adultez. Las geishas aún estudian instrumentos tradicionales (flauta de bambú), y tambores, al igual que canciones tradicionales, baile japonés clásico, ceremonia del té,(arreglos florales), literatura y poesía. Mirando a otras geishas, y con la ayuda de las dueñas de las casas de geishas, las aprendices se vuelven habilidosas en la compleja tradición de elegir y usar kimono, y en el tratar con los clientes. Kioto mantiene fuerte la tradición de las geishas, y dos de los más prestigiosos y tradicionales distritos de geishas, Gion y Pontochō, están en esa ciudad. Las geishas de estos distritos son conocidas como geiko. Los hanamachi de Tokio, Shimbashi, Asakusa y Kagurazaka son también bastante conocidos.
En el Japón moderno, las geishas y maiko son bastante inusuales. En los años 1920 había alrededor de 80.000 geishas en Japón, pero hoy en día hay aproximadamente 1.000. De todas maneras, en el distrito Gion de Kioto, los visitantes pueden observar algunas maiko por las calles yendo o regresando de una cita. Una lenta economía, pocos intereses en las artes tradicionales, la inescrutable naturaleza del mundo de las flores y sauces, y el costo de este servicio han contribuido en que la tradición decline.






Las geishas son contratadas para asistir a fiestas y encuentros, tradicionalmente en casas de té o tradicionales restaurantes japoneses. Su tiempo es medido según lo que se demora un palo de incienso en consumirse.




Las aprendices de geisha llevan coloridos kimonos. Las geishas mayores utilizan estilos y diseños más apagados. También es importante destacar la longitud de las mangas Las aprendices (maiko) utilizan mangas que llegan practicamente hasta el suelo.









Utiliza sandalias de suela baja de madera y laca,llamadas Zori y llevan solo calcetines divididos en los dedos en interiores. En climas inclementes las geishas utilizan zuecos de madera, llamados Geta. Las Maiko llevan altísimos zuecos negros, Okobo.

Aún existe cierta confusión, especialmente fuera de Japón, sobre la naturaleza de la profesión de las geishas. Este tema se ha complicado debido a las prostitutas japonesas, particularmente en onsen, que quieren ligarse al prestigio de las geishas promocionándose a los turistas (japoneses y extranjeros) como "geishas".
Tradicionalmente, la geisha debe mantenerse soltera (o retirarse luego de su matrimonio), aunque no es poco común que tengan hijos. Mientras que los compromisos generalmente incluyen coquetear e incluso bromas sugestivas (no obstante codificados en maneras tradicionales), nunca incluyen actividad sexual, y una geisha no es pagada por sexo, aunque algunas pueden elegir tener una relación que incluya el sexo con algún cliente fuera de su rol como tal. Y debido a que estas relaciones están vinculadas con la capacidad del cliente de pagar por los servicios tradicionales, el argumento puede ser que es simplemente una forma complicada de prostitución.
Fue tradicional para las geishas tener un danna, o cliente habitual. Un danna era generalmente un hombre adinerado, algunas veces casado, quien tenía recursos para financiar los costos del entrenamiento tradicional de la geisha y otros gastos considerables, teniendo derechos especiales (no solo físicos). Esto ocurre a veces en la actualidad.
Aunque una geisha y su danna podrían estar enamorados, la relación está sujeta a la capacidad del danna a entregar algún aporte financiero.

Los estilos de peinado tradicional que suelen llevar las geishas y maiko han variado muchísimo a lo largo de la historia.
En términos generales podemos decir que, si bien en los tiempos de la corte japonesa las mujeres lucían el pelo suelto, con el tiempo empezaron a popularizarse los recogidos, en ocasiones tremendamente ostentosos y complicados. Sin embargo, a finales del período Taisho (1912-1926), las mujeres japonesas empezaron a adoptar modas más occidentales y tanto el kimono como el peinado de estilo japonés, que tanto sufrimiento había impartido al cuero cabelludo femenino, cayeron en desuso. Por ello, los distintos peinados de estilo tradicional que lucen las maikos y las geishas en la actualidad, tan típicos de los dibujos y descripciones de la sociedad japonesa del pasado, no se observan ya más que dentro de los hanamachi o en los libros y museos de historia.


Cabe resaltar, no obstante, que existe una clara diferencia entre las maikos y las geishas: mientras que las primeras utilizan su pelo para lucir varios y complicados peinados tradicionales, las segundas, además de tener menos variedad de peinados, no utilizan su propio pelo, sino que lucen una peluca, el katsura.





Documental: La vida secreta de las geishas




(Textos e imágenes extraidas de la red)













 

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